El vino se evaporará durante la cocción dejando atrás todos los azúcares y sabores residuales creando un dulce glaceado

Sustituya cualquier fruta con hueso en este simple postre que celebra lo mejor del verano. Utilice un vino ligeramente dulce como un riesling, moscato o un gwerztraminer, y mientras que el alcohol en el vino se apagará durante el proceso de cocción, dejará atrás todos los azúcares y sabores residuales creando un graceado dulce. Recomiendo que disfrute con una bola de helado de suero de leche (buttermilk).

Ingredientes

• 5 Albaricoques picados y cortados a la mitad
• 1 1/2 taza Vino dulce
• Tomillo fresco (Opcional)

Direcciones

Precaliente el horno a 325 grados F. Coloque los albaricoques con el lado cortado hacia abajo en un plato de hornear poco profundo. Vierta el vino sobre los albaricoques hasta que suba ligeramente alrededor de los bordes. Agregue el tomillo, si está usándolo.

Hornear durante 10 minutos o hasta que la fruta esté muy tierna. Utilice una cuchara ranurada para tomar los albaricoques de la cacerola. Vierta el jugo en una cacerola pequeña a fuego medio alto y reduzca el líquido hasta que tenga consistencia de jarabe. Rocíe el jarabe sobre los albaricoques y el helado cuando esté listo para servir.