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El lugar más violento, brutal, sin leyes, ‘posiblemente es México’

Por Jason Chaffetz, representante federal (R-Utah)

El lugar más violento, brutal y en el cual las leyes parecen no aplicarse no se ubica en el otro lado del mundo, en el Medio Oriente, sino posiblemente esté al lado nuestro, en México. Recientemente, personal naval mexicano sobrevolando en un helicóptero Black Hawk respondió al fuego en un tiroteo entre carteles, matando a seis. El mes pasado una de nuestras unidades aéreas de la patrulla fronteriza (CBP) también recibió fuego desde el otro lado de la frontera y a todo esto se suma la fuga de uno de los criminales mas peligrosos del mundo.

La creciente violencia no es mala únicamente para México – es mala para los EEUU. Así como la violencia se propaga en México y en nuestro país, la violencia desplaza cada vez a más personas que de otro modo preferirían quedarse en su país de origen.

Desde que la guerra del narcotráfico en México comenzó a escalar en el año 2006, más de 100.000 residentes mexicanos han sido asesinados o han desaparecido, según el Consejo de Seguridad del Departamento de Estado. Secuestros, el tráfico ilegal de personas y el desmembramiento brutal junto a la visualización de víctimas se ha convertido en un hecho común. Estos incidentes están ocurriendo literalmente al otro lado del río desde ciudades principales de Estados Unidos.

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La administración del Presidente Obama y la prensa han ignorado la difícil situación de nuestro país amigo, aliado, y nuestro tercer socio comercial mientras estas barbaridades se han limitado directamente al pueblo mexicano. Esto no debe ser tolerado.

El mes pasado, mi colega representante de Texas Filemón Vila y yo escribimos una carta al Secretario de Estado, John Kerry, en la cual le preguntamos sobre las acciones estadounidenses para proteger a nuestro personal diplomático en México, sobre su decisión de mantener consulados abiertos en estas zonas y la consideración de la administración sobre la posible eliminación del pago adicional a los diplomáticos destinados en la región, ya que se encuentran en una zona riesgosa.

Para los EEUU, ver un México estable y económicamente vibrante está en nuestro mejor interés. Queremos que nuestros vecinos puedan criar y mantener a sus familias en México de manera segura. Queremos que nuestro socio comercial sea próspero y productivo. Y queremos ver los carteles Mexicanos completamente destruidos.

Esta administración ha hecho muy poco para hacer frente a esta amenaza y por lo mismo es que ahora este problema se derrama a través de nuestras fronteras. Minimizar el derramamiento de sangre entre los carteles de la droga sólo les permite crecer sin control alguno.

Sin consecuencias por su violencia, los delincuentes se han vuelto aún más descarados – creando condiciones altamente peligrosas para nuestro personal que vive o trabaja en la región y para las inocentes familias mexicanas que simplemente quieren ganarse la vida en su país natal.

Después de que nuestro helicóptero de la patrulla fronteriza recibió disparos el mes pasado desde el lado de México, cerca de Laredo, Texas, yo visité el sitio y hablé personalmente con el personal de CPB que valientemente enfrenta la creciente violencia día tras día. Los hechos son alarmantes.

En ciertas partes de México, los carteles intimidan a los medios de comunicación, funcionarios electos, policías, así como a testigos de sus crímenes. El incidente de esta semana en el cual se involucro a personal naval mexicano pasó casi desapercibido por el gobierno local y ni siquiera fue reportado por medios locales.

Las advertencias de viaje del Departamento de Estado sobre la región son alarmantes – informan de que los secuestros aumentaron en un 20 % en el periodo de un año, además de advertir sobre robos de vehículos, homicidios y tiroteos. El Departamento de Estado advierte que no hay rutas de carretera a través del estado fronterizo de Tamaulipas que se puedan considerar seguras. Y justo al otro lado de la frontera de Laredo, la ciudad de Nuevo Laredo ya ni siquiera tiene una fuerza policial desde que el jefe de la policía y sus hermanos fueron asesinados en 2013.

Entonces, ¿cómo respondió la administración del Presidente Obama a los ataques a nuestros oficiales el mes pasado? Se lo tomó con calma. No aumentó los recursos en la zona. Es como si estuvieran más preocupados por la óptica política que por nuestra seguridad nacional.

¿Qué debería haber hecho? Debería haber cerrado la zona después del ataque y reasignado unos 100 agentes adicionales para detener las incursiones en ese sector. Podría haberlo hecho si hubiera tenido la intención.

Hubiera podido cerrar nuestros consulados en Nuevo Laredo, Matamoros y Guadalajara, donde nuestro personal no puede circular con seguridad total. No hicieron nada de lo mencionado.

Cuando dispararan en contra de nuestra gente, tiene que haber consecuencias. Cuando nuestros países aliados están luchando para contener la violencia cerca a nuestras fronteras, tenemos la obligación de apoyar ese esfuerzo.

He tomado una posición muy dura al rechazar la amnistía porque creo que esas políticas sólo incentivan a más personas a ignorar la ley. Quiero resguardar la frontera y retirar las recompensas e incentivos que hace la inmigración ilegal mucho más atractiva que la inmigración legal. Pero cuando se trata de la lucha contra el crimen organizado que está impulsado por nuestro propio mercado de la droga, y que se filtra en nuestras propias ciudades, y pone en peligro nuestra propia seguridad, estamos obligados a actuar.

Hago un llamado a la administración del Presidente Obama a tomar en serio esta amenaza. Que le diga la verdad al pueblo estadounidense y trabajemos juntos para que México se ayude a si mismo.

– Jason Chaffetz es miembro de la Cámara de Representantes federal por Utah y republicano

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