Abogados piden no deportar a ninguno de los 121 inmigrantes arrestados

LOS ÁNGELES/EFE — La Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA) condenó ayer el arresto de los 121 inmigrantes centroamericanos, en su mayoría niños y mujeres, en Georgia, Maryland, Texas y Carolina del Norte y pidió respetar los derechos constitucionales de los arrestados.

“Nuestras leyes protegen a las personas que cruzaron la frontera en busca de un asilo político, el Gobierno rehúsa reconocer que estas madres y niños están huyendo de una incontrolable violencia y necesitan protección”, manifestó Víctor Nieblas, presidente de AILA.

Junto a su contundente rechazo, AILA hizo una solicitud para que la Oficina de Control Inmigración y Aduanas (ICE) no deporte a ninguno de los 121 centroamericanos antes de que su caso sea evaluado por un consejero legal.

Los abogados temen que las autoridades procesen la deportación con celeridad y los casos de muchos de ellos se pierdan.

“Estamos pidiendo a la Administración Obama transparencia en cómo se realizan estas redadas y que no se vaya a deportar a una persona equivocadamente, ni se vaya a presionar su salida”, aseguró el activista.

La presión a la que se refiere Nieblas, la está viviendo la hondureña Ana Lizeth Mejía y su hijo William Alexander.

Familiares de la inmigrante detenida el sábado en Georgia y trasladada a un centro de detención en Texas aseguran que oficiales de inmigración le pidieron que firmara un documento.

“Me llamó preguntándome qué hacer y le dije que no firmara nada, que nos den tiempo para que el abogado actúe”, dijo su tía Johana Gutiérrez.

En la misma situación de Mejía se encuentra la guatemalteca Rosa Vargas Morales, detenida junto a sus dos hijos de 17 y 11 años, también en Georgia el pasado 2 de enero.

“Sin importar las justificaciones del Gobierno, estas acciones están traumatizando familias que sin consejo legal no pueden defender sus derechos”, apuntó Nieblas.