UFC expone mucho a sus campeones... y eso es algo bueno
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Para comenzar, me gustaría aclarar que yo soy de los que odia las comparaciones entre UFC y el boxeo, pues son dos deportes diferentes, con distinta magia y audiencia.
Pero lo que he notado después de cubrir varios eventos de boxeo y UFC, es que es frustrante ver como en el pugilismo, el aficionado tiene que esperar varios años para ver las mejores peleas y algunas duran tanto en concretarse que pierden el interés, tal como sucedió con Floyd Mayweather Jr. ante Manny Pacquiao, quienes se enfrentaron por lo menos tres años muy tarde.
En UFC, entre las “cosas buenas” que da el monopolio de esta empresa en las artes marciales mixtas, es que tiene el control de todos sus peleadores, por lo que ellos deciden quién pelea ante quién, la sede y la fecha.
Les pondré un ejemplo. El duelo más esperado en UFC, entre José Aldo y Conor McGregor fue postergado en julio del año pasado después de que el brasileño se lesionó. El irlandés tuvo que enfrentar al mejor clasificado de UFC, Chad Mendes, en un duelo de último momento. McGregor no solamente tuvo que “cambiar de chip” después de entrenar por meses para una pelea ante Aldo, sino que tuvo que enfrentar a un rival casi igual de difícil que el campeón y con un rival que tenía poco que perder. Seis meses después, McGregor enfrentó al campeón Aldo y ya sabemos la historia.
UFC expone mucho más a sus campeones que los promotores del boxeo y tiene sentido. Los promotores como Top Rank y Golden Boy Promotions cuidan a sus pugilistas como joyas, a las que van depurando poco a poco hasta convertirlas en figuras que generen ventas. UFC trabaja como liga, por lo que le interesa generar atención del aficionado semana a semana.
Otro ejemplo es Ronda Rousey. Si Ronda fuera boxeadora, hubiera realizado una media docena de peleas ante rivales de poca peligrosidad. Rousey, quien también enfrentó a uno que otro “flan”, se vio las caras muy pronto ante Holly Holm. Los que conocen a Holm, saben que era una peleadora muy complicada. Pero UFC mandó a Rousey, su mejor producto, hasta Australia como un corderito cuando va al matadero. Ahora todo mundo quiere ver una revancha entre las dos. Si fuera boxeo, esperaríamos por lo menos un año o dos más para que se diera una segunda pelea entre ambas. UFC, al contrario, tiende a no esperar y promete que para este julio de 2016 veremos ese pleito.
Otro caso es el de Fabricio Werdum ante Caín Velásquez, quienes también tendrán su revancha inmediata, una pelea que muchos quieren ver.
El boxeo es diferente. Hoy con el pleito que Top Rank y Golden Boy tienen con el empresario Al Haymon, quien posee a muchos boxeadores, nos hace ver peleas que pocos queremos ver como el Timothy Bradley ante Manny Pacquiao III. Dudo que Saúl ‘Canelo’ Álvarez enfrente este año a Gennady Golovkin, pues sus promotores prefieren tomar esta pelea con “calma” y esperar que ‘GGG’ baje de intensidad.
Por lo pronto, Haymon ya ha comenzado a copiar la fórmula de UFC desde hace mucho, creando su propia “liga de peleadores” y hasta tiene su propios cinturones, con tal de no pagar a las comisiones de boxeo.
Mientras el boxeo no arregle sus problemas, UFC está “sometiendo” al pugilismo en el gusto de los aficionados, quienes simplemente quieren ver las mejores peleas en su mejor momento.
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