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La racha de Greinke terminó contra el rival menos pensado

El lanzador de Dodgers Zack Greinke.

El lanzador de Dodgers Zack Greinke.

(Stephen Dunn / Getty Images)

La rachas, de cualquier tipo, suelen terminar cuando uno menos lo espera.

Eso fue lo que le sucedió a Zack Greinke, uno de los estelares lanzadores de los Dodgers, quien llegó al partido de este domingo ante los Mets con una seguidilla de 43 2/3 innings sin permitir carrera, misma que lo tenía a 16 1/3 entradas del récord que estableció en 1988 Orel Hershiser (un ex Dodger).

Y digo que las rachas terminan inesperadamente porque suele pasar ante el rival menos esperado. Muchos creímos que los Mets y su mediocre ofensiva eran un equipo a modo para que Greinke continuara con su racha sin permitir carrera -la cual comenzó después de que Justin Upton le conectó un jonrón el pasado 13 de junio-.

Baste decir que los abateadores neoyorquinos número 4 y 5 en el orden (los que se supone son los más sólidos de una alineación), llegaron al juego bateando para un raquítico promedio por debajo de .180, y que colectivamente son el lugar 26 de 30 en carreras producidas, con 332 en 98 partidos.

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Pero así es el deporte. Greinke inició el tercer inning golpeando a Kirk Nieuwenhuis. Luego aceptó un sencillo de Kevin Plawecki, y un error de Joc Pederson permitió que Nieuwenhuis llegara a tercera.

El siguiente en el orden, nada menos que el pitcher Jacob deGrom, conectó hacia primera y el mexicano Adrián González optó por sacar el out en la inicial -como debía hacerlo-, mientras Nieuwenhuis pisaba la registradora y detenía en 45 2/3 entradas la racha de Greinke.

Aún así, lo logrado por el lanzador angelino fue impresionante. La racha de 45 2/3 entradas sin permitir carrera es la cuarta más larga en la historia de las Grandes Ligas.

Y a pesar de las dos carreras que aceptó el domingo, su efectividad apenas subió a 1.37, que lo tiene en rango de convertirse en el cuarto lanzador desde el 2000 que termina con un promedio de carreras limpias menor a 2.00 -los otros fueron Pedro Martínez (1.74 en el 2000). Roger Clemens (1.87 en el 2005) y el otro as angelino, Clayton Kershaw (1.83 en 2013 y 1.77 en 2014)-.

Es cierto que durante la racha, Greinke tuvo gran ayuda de sus compañeros, que convirtieron en out el 82.4 por ciento de las pelotas que los bateadores rivales de Greinke pusieron en juego (muy superior al promedio de 70.6 por ciento de la liga). Pero eso fue algo de lo que tambiédn gozó en su momento Hershiser, cuyos coequiperos conviertieron en out el 81.4 por ciento de pelotas puestas en circulación.

Estoy seguro que la racha era mucho más importante para la afición y los medios hambrientos de noticias que le den relevancia al béisbol, que para el mismo lanzador de los Dodgers, quien cambiaría en un instante su seguidilla de juegos sin aceptar carrera por lo otro que logró Hershiser en el 88, que fue conducir a los Dodgers a su último título de la Serie Mundial.

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